Alrededor de 1938 se empieza el uso de ropa blanca, como camuflaje. Los primeros camuflajes militares para la nieve consistían en simples monos y camisas de color blanco, que eran sencillas y además económicas de fabricar en ese momento. Con el comienzo de la Guerra Fría, Finlandia empieza la producción de los primeros patrones de camuflaje militar para la nieve, que poco a poco se fue extendiendo su uso en otros países.
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